Para el 2050, las personas mayores de 60 años representarán el 25,1% de la población en América Latina y el Caribe, según la CEPAL.
El cuidado integral de las personas mayores se convirtió en un tema prioritario en el ámbito de América Latina. Y la promoción de su plena inclusión, su integración y su participación en la sociedad caló en distintas iniciativas de los más diversos ámbitos.
En ese marco, la marca TENA de Essity, realizó el 1er Simposio Virtual sobre el Cuidado Integral del Adulto, con un mensaje: “Mente, cuerpo y alma son los tres pilares fundamentales, para que podamos caminar hacia una calidad de vida óptima en nuestra vejez”.
A través de este encuentro, la marca líder global en productos para la incontinencia, puso a disposición herramientas clave para cuidadores profesionales y no profesionales que fueron brindadas por speakers de talla internacional como los argentinos Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas; y Diego Bernardini, doctor en Medicina y Geriatría; y el colombiano Santiago Rojas, médico especialista en cuidados paliativos oncológicos y medicina integrativa. La moderadora del webinar fue Diana Vahos, jefa de Capacitación de TENA y enfermera profesional.
El cuidado integral de los adultos mayores es un tema clave. Según un reciente estudio de la CEPAL, el envejecimiento poblacional es uno de los principales fenómenos demográficos: en el 2022, un total de 88,6 millones de personas mayores de 60 años vivían en la región, quienes representaban el 13,4% de la población, y se prevé que esta cifra trepe al 16,5% en 2030. A su vez, de acuerdo con el documento, en 2050, el número de personas mayores escalará hasta los 193 millones, lo que se traducirá en el 25,1%.
En sintonía y en línea con el Reporte de Salud e Higiene de Essity 2023-2024, el número de familiares que cuidan de las personas mayores en algún momento de sus vidas también se encuentra creciendo y señala que dos de cada tres personas se convertirán en cuidadores en algún momento de su vida.
Pilar 1: mente
Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas y autor del best seller “Las Neuronas de Dios” y de libros como “En busca de la conciencia del cerebro” aseguró en el simposio “La mente es la expresión de la actividad de las neuronas que forman parte del cerebro. Y cuidar el cerebro implica cuidar la actividad mental. La declinación y la disminución de las funciones cognitivas con la edad es inevitable. Sin embargo, es posible enlentecer estos procesos. ¿Cómo cuidamos la mente? Cuidando el cuerpo de una manera integral”, aseguró el experto.
Además, puso en valor la actividad física. “Si uno hace muchos sudokus o crucigramas, se va a convertir en un experto en estos juegos, y no necesariamente va a extrapolar la actividad a otras funciones cognitivas”, afirmó. También puso de relieve la función del sueño, al cual describió como un tratamiento capaz de mejorar la memoria, el estado de ánimo, el sistema cardiovascular, y el sistema inmune.
El papel de la buena alimentación y de las relaciones interpersonales también tuvo un espacio en este debate. Y como remate, los expertos coincidieron en que la vida no está hecha de tips, sino de hábitos.
Pilar 2: cuerpo
A continuación, el argentino Diego Bernardini, doctor en Medicina y director del Diplomado Internacional en Nueva Longevidad hizo foco en el segundo pilar: el cuerpo. “A medida que nos hacemos mayores, la salud ranquea cada vez más alto. La salud es más importante, porque nos da la autonomía necesaria para realizar todas nuestras actividades”, afirmó.
Para graficar este punto, el experto trazó la siguiente ecuación: la genética explica el 30% de la longevidad; mientras que el acceso a un sistema sanitario, el 10%; y los hábitos y las conductas, el 60% restante. “Se trata de un 60% en el cual podemos intervenir e invertir”, resaltó.
La función de los músculos, como protectores de los huesos, fue otro de los puntos que quedó de relieve. Los expertos detallaron que, según estudios, los músculos se deterioran alrededor de un 3% cada 10 años, aunque se trata de una cifra relativa, en función del nivel de actividad de cada persona, de la alimentación y del sueño.
Asimismo, Bernardini analizó el desafío que el abordaje de la incontinencia representa para los adultos mayores, en la medida en que, si no es tratada, puede derivar en el síndrome geriátrico y en el aislamiento. “Si no se habla, parecería que no existe”, apuntó. Y precisó que desde el año 2011, en Japón, se vende más ropa interior absorbente, como la producida por TENA, que pañales para bebés, lo cual exhibe una clara transformación social.
Pilar 3: espíritu
El tercer módulo estuvo a cargo del colombiano Santiago Rojas, médico especialista en cuidados paliativos oncológicos y medicina integrativa, quien puso en evidencia en el simposio el tradicional rechazo hacia la muerte, el cual está instalado en la cultura occidental y se vuelve más vívido en la adultez.
Frente a ello, el experto resaltó la importancia de integrar la muerte, para darle sentido a la vida, del mismo modo que el dolor le da sentido al bienestar. “Si somos conscientes que puede pasar, podemos disfrutar con más intensidad”, aseguró.
De todos modos, en este plano, Rojas alertó sobre la importancia de evitar el síndrome de burnout o del cuidador quemado. “Los cuidadores, a veces, cometen un error: quieren curar. Y un cuidador lo que tiene que hacer es cuidar e incluso acompañar algo que es inevitable, como la muerte. Cuando queremos y no podemos, la impotencia genera mucha más frustración. Todas esas hormonas del estrés son liberadas y esto deriva en fatiga. La prevención está en el autocuidado”, señaló. Además, Rojas precisó: “Cuando uno reconoce sus límites y favorece la capacidad de ejercer control sobre lo que la vida le da, está trabajando para evitar el burnout. Ese es un aprendizaje del dolor”.