El agua es la fuente de vida de todo lo que habita en el planeta, el recurso natural más importante para los seres humanos, animales y organismos.
Los océanos albergan gran parte de la biodiversidad y producen el 50% del oxígeno de la Tierra. Según el último informe de la ONU, el uso global del agua se multiplicó por 6 en los últimos 100 años y seguirá aumentando un 1% anual.
Sin embargo, como resultado de la contaminación, el desperdicio y el cambio climático, los recursos hídricos mundiales están en jaque. Es necesario realizar un cambio en los hábitos de consumo y optar por una dieta vegana para resguardarlos y así colaborar a revertir el impacto negativo en el medioambiente.
¿Por qué?
La ganadería industrial (carne y lácteos) contamina el agua y acelera el calentamiento global. El estiércol de los animales de granja produce gases como el óxido nitroso y metano en altos porcentajes y los desechos se filtran a nivel freático llegando a ríos, lagos y océanos. Además, el desperdicio del recurso es preocupante. Tal como especifica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), para producir 1kg de lentejas se necesitan 1.250 litros de agua, contra los 13.000 litros de agua necesarios para producir 1kg de carne de vacuno.
En este sentido, la industria pesquera también es responsable de contribuir al deterioro ambiental. En el 2019, el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó un informe donde revela que la cantidad de dióxido de carbono absorbida por los microorganismos del mar equivale a cuatro bosques amazónicos.
El estudio incluso arrojó que la protección de ballenas, delfines, tiburones y otras grandes criaturas marinas es más importante que la plantación de árboles, ya que estos animales acumulan carbono en sus cuerpos durante toda su vida, y cuando mueren se llevan ese carbono al fondo del océano donde se almacena durante siglos.
“Estamos atravesando una crisis climática y ecológica que tiene consecuencias tanto para las poblaciones humanas como animales en todo el mundo. El 40% de las emisiones de efecto invernadero en Argentina son producto de la actividad agropecuaria de un modelo de producción y distribución de alimentos que no sólo no suple la demanda alimenticia de la población, sino que contribuye considerablemente al cambio climático”, explica Jacqueline Guzmán gerenta de Campañas de Million Dollar Vegan en Argentina, organización internacional sin fines de lucro que busca crear conciencia sobre cómo la cría y el consumo de animales afectan al planeta y la salud humana
“A nivel individual, una de las acciones con mayor impacto es que repensemos nuestra alimentación, apoyemos a los comercios locales y agroecológicos, y demandemos un cambio en el sistema agropecuario con pautas claras de protección ambiental y animal, y de una equitativa distribución de alimentos que sean saludables y libres de agrotóxicos”, finaliza la vocera.