La Estación Experimental Agropecuaria AMBA organizó el encuentro virtual Periurbanos Hortícolas en época de Covid en la Argentina y España. Andrés Polack, director del INTA AMBA, disertó con Osvaldo Francia, director del Departamento Técnico Afital Fertilizantes de España. Ambos destacaron la importancia de contar con “una provisión cercana de alimentos”. Moderó Andrés Barsky, docente e investigador de la Universidad Nacional de General Sarmiento quien sintetizó que “la jornada aportará la combinación de las experiencias vistas desde el sector público y privado”.
Para Francia, la producción periurbana en España tiene algunas cualidades destacables: “Algunos espacios crecen y otros van siendo absorbidos por lo urbano. Se crece en una producción, sana, limpia y más económica por la cercanía que tiene con las ciudades, y es una forma que tienen muchas familias para generarse ingresos”. En cuanto a la formas de trabajar las prácticas agrícolas dijo que “en España gana la producción orgánica sobre lo tradicional, el paso intermedio es la producción ecológica. Se van ajustando las leyes y legislaciones para las tres, siempre buscando una horticultura más sana, limpia, ecológica.”.
Con relación a este tema, puso como ejemplo la utilización de las camas de pollo para la horticultura: “Tienen un alto porcentaje de contaminación que juegan en contra de la producción. Por esto en España se prohibió salvo que tenga tratamientos previos. La cama de pollo viene de la producción agrícola con aves que utilizan antibióticos que se utilizan en los alimentos para las aves. Por esto ya se recurren a otro tipo de materias orgánicas para suplirla y que mejorarían los aspectos sanitarios del invernadero. Se tiende a producir cada vez más de una manera limpia con mucha importancia del impacto ambiental. El gobierno contribuye a estas políticas, como el pedido para la reducción de envases usados y plásticos”.
“En Europa –agregó Osvaldo Francia– inicialmente con la pandemia se generó temor por una posible falta de alimentos y se acopió más. Esto afectó la mano de obra porque muchos inmigrantes no pudieron ingresar. Paradójicamente aumentó el crecimiento de consumo temporal que exigía más mano de obra pero esta era más escasa porque no podían ingresar quienes de otros países venían a trabajar en la cosecha”.
En este contexto, explicó también que en España se hace mucha horticultura por lo cual algunas empresas de Almería rápidamente generaron sus propios protocolos con normas sanitarias y medidas vinculadas con la higiene y la organización como por ejemplo dos turnos para minimizar contactos sociales: “Los criterios son cuidando y acomodando normas según sus propias posibilidades”.
Además remarcó que en este contexto de pandemia algunos grandes productores colaboraron con remanentes al Banco de Alimentos para amortiguar el efecto por su falta.
El periurbano del AMBA
A su turno, Polack detalló la importancia de la dimensión del AMBA y su Periurbano Hortícola. Marcó la asimetría en la distribución con la gran concentración en La Plata, Florencio Varela y Berazategui que posee unas 7 mil hectáreas de invernaderos como evidencia de la intensificación de la horticultura. “El AMBA tiene 38 municipios más CABA, con poblaciones superiores a muchas provincias. Somos unos 14 millones de habitantes: casi un tercio de la población de la Argentina”, indicó el director del INTA AMBA y agregó que “el crecimiento urbano fue caótico y desordenado sin una planificación. Este desorden impactó también en la producción hortícola que se fue desplazando a medida que la urbanización fue avanzando sobre lo rural”.
Un punto clave, indicó Andrés Polack, es analizar el recorrido de las hortalizas donde existe un alto nivel de ineficiencia con un desaprovechamiento local de la producción de cercanía para la provisión minorista: “Uno de los problemas importantes es la tensión por el uso y tenencia de la tierra. En la última década hubo un cambio en la matriz productiva con una gran deserción de productores tradicionales. Actualmente muchas organizaciones concentran gran parte de los productores que son en alta proporción inmigrantes de origen boliviano. No obstante esta cercanía periurbana con la gran ciudad ayuda a que comamos productos frescos”.
Riqueza y diversidad
En su exposición dio forma a la idea de realizar un abordaje integral de los problemas mencionados: “La falta de adopción de tecnología apropiada está asociada a la falta de incentivos, por ejemplo, que el consumidor reconozca y valore los atributos de las hortalizas a partir de su proceso de producción”.
En ese sentido puso énfasis en la importancia de la trazabilidad, el mantenimiento de la identidad del producto desde el cultivo hasta la mesa: “El productor debe ser valorado como ‘custodio de los recursos naturales’ y debería haber un marco legal que proteja y les otorgue estabilidad a estas producciones”.
Dedicó una parte de su exposición a abordar el ambiente periurbano con una mirada positiva: “La complejidad desde otra perspectiva encierra diversidad y riqueza: de culturas, de escalas, tecnología, productos y mercados. En esa diversidad hay un gran potencial para el desarrollo del sector en este contexto”.
Desde el INTA AMBA se trabaja en con una mirada integral para acompañar y aprovechar este potencial que tiene el periurbano. “Esta crisis que agravó el COVID puso en evidencia problemas estructurales que el sector arrastra desde hace mucho tiempo por esto plantea la posibilidad de trabajar en soluciones que sean sostenibles. El ordenamiento territorial, por ejemplo, ayudaría a cumplir con las Buenas Prácticas Agrícolas a partir de brindar estabilidad para que el productor pueda hacer las inversiones necesarias”, remarcó el director del INTA AMBA.
Finalmente, Polack, puntualizó: “La tecnología disponible permite realizar producciones hortícolas que cumplan con los requisitos de brindar alimentos inocuos y de calidad en armonía con el entorno”. Y expresó que hoy se avanza en varios senderos tecnológicos posibles: desde la producción orgánica/agroecológica hasta el cultivo sin suelo que expresan la diversidad de miradas y alternativas productivas que existen.
Andrés Barsky realizó un análisis de ambas exposiciones remarcando algunos contrastes entre las situaciones de España y Argentina en donde “el COVID tensionó el sistema de abasto alimentario” pero la Argentina es más vulnerable a los efectos económicos de la pandemia. En el final de su análisis expresó un comentario esperanzador en el enorme potencial que tiene el país como productor de alimentos.
Adhirieron a esta propuesta la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales (UNLP) y Afital.